Capítulo 8. Caso práctico: Cómo construir una cartera enfocada en la transición energética (los extra diferenciales)

En progreso

Un enfoque ESG con centro en la “E”

Al concentrarse en empresas que ofrecen productos y servicios que proporcionan soluciones medioambientales, las inversiones relacionadas con la transición energética tienen un claro ángulo de sostenibilidad y ESG. Aunque las cuestiones sociales (S) y de buen gobierno (G) son importantes, esta área da prioridad a las soluciones medioambientales (E, por sus siglas inglesas). Al fin y al cabo, es en esta última área donde radica el peligro para nuestra existencia, adonde se dirige el capital asociado, y donde se concentran las oportunidades de crecimiento.

En BNP Paribas Asset Management hemos identificado tres precondiciones críticas para ayudar a seleccionar empresas con un sistema económico más sostenible e inclusivo que también aporten soluciones para el problema climático. Tales compañías necesitan demostrar su compromiso con la transición energética a una economía de bajas emisiones de carbono, con la sostenibilidad medioambiental y con la igualdad y el crecimiento inclusivo. Juntas, estas 3 E (por sus siglas inglesas) representan la ruta hacia la sostenibilidad económica que permite a los inversores realizar decisiones bien fundadas (sobre todo en un mundo con información imperfecta y distintos niveles de conocimiento), además de mejorar los resultados de inversión en general.

Tres áreas críticas de acción: Las 3 E

Fuente: BNP Paribas Asset Management

Posiciones largas y cortas

Desde su cargo como enviado especial de la ONU para la Acción Climática y las Finanzas, Mark Carney ha declarado que el cambio climático no solo plantea un riesgo existencial, sino la mayor oportunidad comercial de nuestra época. En este caso, la oportunidad no se limita a encontrar los ganadores: durante la transición energética también habrá perdedores fundamentales. Las empresas con credenciales medioambientales sólidas tienen más probabilidades de superar a las que tienen modelos de negocio insostenibles y vulnerables al riesgo de transición, y esto puede aprovecharse mediante estrategias de inversión alternativas, como por ejemplo la toma de posiciones cortas (de venta) en acciones.

Existen varias estrategias claras que pueden aplicarse a la hora de construir una cartera:

  • Mantener un enfoque temático long-only (es decir, con posiciones largas o de compra) dirigido a identificar a aquellas empresas que contribuyen con éxito a la transición energética.
  • Adoptar un posicionamiento de valor relativo, que busca explotar diferenciales de precio entre compañías del mismo sector (por ejemplo, una compañía con una tecnología inferior frente a uno de los líderes de mercado).
  • Aprovechar catalizadores susceptibles de presentar oportunidades desde una perspectiva tanto larga como corta, desencadenados por cambios arancelarios, acontecimientos sectoriales y nuevas iniciativas políticas en el proceso de la descarbonización, entre otros desarrollos.

Por ejemplo, el sector siderúrgico tiene una de las mayores huellas de carbono del mundo hoy en día. En esta industria existen acereras “buenas” que utilizan energía renovable y solamente trabajan con chatarra y acero reciclado, cuya huella es mucho más pequeña; dada su contribución a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero sobre todo su capacidad para generar mayores márgenes y mejores rentabilidades potenciales, pueden ser inversiones interesantes. Frente a tales posiciones largas, uno podría posicionarse en corto en una acerera tradicional “mala”, que utiliza mineral de hierro y carbón, y que por consiguiente tiene una huella mucho mayor. No se trata necesariamente de contraponer a empresas “verdes” frente a compañías “marrones”, sino de intentar lograr mejores rentabilidades y reducir los riesgos.

Fuente: Sam Balye @sbk202 (Unsplash)

Contribuir a un futuro más verde

Nos hallamos en plena búsqueda de soluciones más verdes para dotar de energía al planeta, y esta podría ser una de las mayores oportunidades de inversión de nuestra época. La comunidad inversora se encuentra ante una oportunidad increíble para respaldar a empresas que se esfuerzan por descarbonizarse y acelerar la tan necesaria transición energética. Además de los operadores ya establecidos y conocidos, habrá empresas pequeñas, ágiles e innovadoras tratando de forjarse un nombre en este mercado en plena evolución, y cualquiera de ellas podría convertirse en una superestrellas del mañana.

La transición energética también cuenta con el fuerte respaldo de inversores con enfoques ESG, que están fomentando de forma proactiva un cambio social en forma de políticas y un suministro más verdes. Las oportunidades están presentes, pero aprovecharlas plenamente requerirá un diálogo y una investigación continuos, además de apertura de miras. Los inversores tendrán que estar atentos y concentrarse exclusivamente en empresas con crecimiento sólido, direcciones fiables y estrategias creíbles. Las carteras deberían construirse con sumo cuidado y sin perder de vista el riesgo, con capas sólidas de diversificación por regiones, tamaños y estilos, e incorporando consideraciones ESG.

Hoy en día, los inversores tienen la oportunidad de emplear sus inversiones y su influencia para dar forma a un mundo mejor. Aunque muchos sectores ya están pasando a áreas más ecológicas, la prioridad en los meses y años venideros será identificar quién impulsará este cambio y representará una inversión que valga la pena. La innovación nunca había sido tan importante o valiosa como ahora, y el futuro pertenecerá a aquellas empresas que abracen el cambio. No obstante, el cambio también conlleva oportunidades. Todo el mundo puede contribuir e invertir en un futuro más verde.